Valentina Leal*a, Ximena Ahumada*b, Camila Arancibia*b, Javiera Barrios*b, Pamela Benavides*b, Brescia Gederlini*b, Stephanie González*b, Javiera Hernández*b, Marjory Suarez*b.
RESUMEN
Introducción: En este trabajo se presenta una experiencia docente enfocada a la aproximación de una realidad sociocultural, en este caso, a los Campamentos en Chile.
Objetivos: Ejercicio docente realizado junto a un grupo de estudiantes de enfermería, con el objeto de efectuar una aproximación a una realidad social distinta a la de ellos.
Material y Método: Se realizó por medio de una aproximación cualitativa, a partir de una observación simple participante.
Resultados: Los resultados muestran una situación de desprotección en que se encuentran las personas que viven en los campamentos en Chile, producto de la escasez de suministros básicos y riesgo habitacional. La actividad en terreno permite visualizar cómo se presentan las dificultades de acceso a los servicios de salud y de los servicios de urgencia de los habitantes del campamento, lo que conlleva dificultades relacionadas a los tratamientos preventivos y el privilegio de una salud determinada ante hechos de “emergencia”. En la realización de la experiencia en terreno se comprueba cómo las condiciones materiales dificultan las posibilidades de mantener una buena salud y la entrega de cuidados oportunos. Al observar a los pobladores del mayor campamento de Chile, los estudiantes perciben que ellos tienen un mundo diferente centrado en el sobrevivir.
Conclusiones: Estos ejercicios de acercamiento a otras realidades son fundamentales en la experiencia docente, tanto para ampliar la visión de mundo de los estudiantes, como para abrir la mirada hacia la comprensión del otro.
Palabras clave: Poblaciones vulnerables, Condiciones sociales, Factores socioeconómicos, Enseñanza, Estudiantes.
SUMMARY
Sociocultural experience with nursing students: an approach to the reality of the risk settlements in Chile.
Introduction: This paper presents a teaching experience focused on an approach to a sociocultural reality, in this case, the risk settlements in Chile.
Objective: Teaching experience performed with a group of nursing students in order to carry out an approach to a different social reality for them.
Material and Method: It was performed by a qualitative approach based on a simple participant observation.
Results: The results show the condition of vulnerability in which people from risk settlements lives in Chile, due to the shortage of basic supplies and habitable risk. By working on the field it is possible to observe how difficult is the access to health and emergency care for people from squatter settlements, which entails problems related to the preventive treatment and privilege certain kind of health assistance in front of “emergency” cases. With the fieldwork it is possible to confirm how material conditions make hard the possibility of keeping a good health and provide an opportune care. Watching the settlers of the biggest chilean squatter settlement, the students perceive that they have a different world and are focused on surviving.
Conclusions: These exercises of approaching to other realities are fundamental in the teaching experience, both to expand students’ world vision and to open the view towards another’s comprehension.
Keywords: Vulnerable populations, Social Conditions, Socioeconomic Factors, Teaching, Students.
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo corresponde a un ejercicio docente realizado junto a un grupo de estudiantes de enfermería, con el objeto de efectuar una aproximación a una realidad social distinta a la de ellos, en el entendido de que una de las dimensiones del profesional de enfermería es la competencia cultural o la capacidad de entregar cuidados focalizados en la persona y su entorno. El profesional de enfermería estará en constante relación con diferentes grupos que, aunque pertenezcan a una misma realidad cultural, pueden poseer diferencias significativas. Es por eso que, desde los primeros aprendizajes en el pregrado, se hace necesario que los estudiantes se vinculen a nuevas experiencias con diversos grupos sociales, para que a partir de la práctica puedan comprender la complejidad de la realidad social y lo que implica vivir de modo diferente. Las diferencias en términos económicos y materiales, implican formas de habitar, de subsistencia, lenguajes propios y también, diferencias en cuanto a las prácticas asociadas a la salud y la enfermedad, y las posibilidades de optar por una buena salud.
Esta comprensión del otro desde la experiencia, se basa en una búsqueda de entregar un cuidado focalizado en los individuos que los enfermeros/as tienen bajo su cuidado, para manifestar el respeto por la diferencia cuando éste lo entrega1, pero también para ofrecer un cuidado enfocado en su realidad material, en las condiciones de existencia efectivas. Cuidar considerando al otro, es una oportunidad para dar el sello humanístico al rol de Enfermería, lo que contribuye a mejorar la calidad de los cuidados2.
La realidad de los “campamentos” es de mucha vulnerabilidad social y presenta una heterogénea gama de complejidades a la hora de entregar cuidados oportunos. Los profesionales de la salud deben tener competencias para saber orientar a los pacientes de los campamentos, considerando sus condiciones sociales y sus posibilidades reales en torno a los cuidados.
En el ejercicio que se presenta a continuación, estudiantes del segundo año de la carrera de enfermería, en su trabajo final de la asignatura de antropología, se aproximaron a la realidad sociocultural de un campamento en la comuna de Viña del Mar, en la región de Valparaíso, Chile, que es la que cuenta con mayor cantidad de campamentos a nivel país. Se describen las características generales en relación al entorno, vivienda, familia, acceso, prácticas sociales; para a partir de allí analizar los problemas y oportunidades en torno a la salud.
Los campamentos en Chile y la población Manuel Bustos
Los «campamentos» (en los años 50 se conocieron como «poblaciones callampas», en los años 60 como «tomas» y la clasificación de «campamentos» existe desde los años 70 hasta nuestros días (Ministerio de Vivienda y Urbanismo, 2013)) son asentamientos informales de familias o personas en terrenos que no son precisamente de propiedad de las personas. En otros términos, son ocupaciones o tomas espontáneas, de quienes que no han podido acceder a la vivienda formal y que encuentran en la autogestión y organización comunitaria la forma de satisfacer sus necesidades básicas3, en terrenos de propiedad diversa, ya sea de bienes raíces, Servicio de Vivienda y Urbanización (SERVIU), ferrocarriles, privados o de carácter mixto y que, por lo general, se encuentran en sectores bien alejados del centro de la ciudad. El Ministerio de Vivienda y Urbanismo Chileno (MINVU) los define como “Asentamientos preferentemente urbanos, de más de 8 familias que habitan en posesión irregular un terreno, con carencia de al menos 1 de los 3 servicios básicos (electricidad, agua potable y sistema de alcantarillado) y cuyas viviendas se encuentran agrupadas y contiguas”4.
Según el catastro realizado por MINVU el año 2011, en Chile existen 657 campamentos distribuidos a lo largo del país, los cuales incluyen 27.378 familias, es decir, 83.862 personas que viven en esas condiciones. El 60% de campamentos se localiza en las regiones Metropolitana, Valparaíso y Bío-Bío, siendo la región de Valparaíso quien lidera el ranking a nivel país como la región con más campamentos (285 a nivel nacional), abarcando 146, los cuales albergan a 7.531 familias. Entre éstos, encontramos el Campamento Manuel Bustos, ubicado en Viña del Mar, con una superficie que alcanza 36 hectáreas, que lo hace ser el más grande que existe en el país. Fue formado en 1995 por 6 familias y en la actualidad alberga a 9245.
MATERIAL Y MÉTODO
En la cátedra antropología cultural, se propuso a los estudiantes de enfermería de 2° año, un trabajo para caracterizar a un grupo a través desde una mirada cultural, demográfica, política, económica, social; y que desarrolle o ejerza cuidados de salud específicos según sus creencias o valores. Los objetivos esperados con este trabajo fueron: 1) Acercar a los y las estudiantes, mediante el análisis de fuentes secundarias y el trabajo de campo, al estudio de una comunidad en base a una mirada sociocultural, particularmente, del proceso de salud-enfermedad. 2) Identificar la participación social de la comunidad, con relación a los cuidados de la salud. 3) Reflexionar si las prácticas pueden ser incorporados a la enfermería y de qué modo.
El método de realización de este trabajo fue la búsqueda de bibliografía asociada al tema según fuentes oficiales y la observación participante de carácter simple. La caracterización estuvo guiada por los siguientes ejes: 1) Caracterización general del grupo. 2) Descripción de los actores sociales: Estilos de vida, prácticas cotidianas. 3) Prácticas Asociadas a la salud: Prácticas alimentarias, estilos de vida, anticoncepción, prácticas de prevención, visión sobre la muerte, consideraciones sobre el enfermo, trabajos con otras organizaciones en la resolución de problemáticas de salud.
El grupo de trabajo estuvo compuesto por 9 estudiantes. La observación en terreno se hizo en un día, en aproximadamente cuatro horas, entre las 14.00 y las 18.00 horas. Los estudiantes llegaron al campamento en un autobús de transporte público cuyo recorrido finaliza hasta donde se encuentra pavimentado, en los alrededores del campamento Manuel Bustos. Varios metros más arriba, los estudiantes se reunieron con una dirigente de la población, la cual fue su guía.
Durante el trayecto se realizó la observación del entorno, de los accesos, viviendas y de las personas. Además, se estableció una pauta de preguntas para abordar la problemática, como también se adicionaron otras, a medida que la dirigente entregaba información.
RESULTADOS
Descripción social
El campamento Manuel Bustos se emplaza en la parte alta de Viña del Mar, al noroeste de la ciudad, entre laderas de cerro y fondos de quebrada, en los sectores de Achupallas y Villa Independencia, cuyo acceso sólo se realiza mediante largas caminatas de más de cuarenta y cinco minutos por caminos de tierra, inestables, que dificultan aún más el acceso a la cima donde se emplaza el campamento. Al lugar, no llegan medios de transporte público, salvo vehículos particulares pertenecientes a los mismos pobladores, que en conocimiento de esta carencia en el campamento, utilizan los suyos como transporte para los pobladores, cobrando un monto de dinero para este fin y realizando sus recorridos en horarios establecidos durante el día.
Las calles cuentan con accesos estrechos, no tienen veredas, ni pavimento, asfalto o gravillas. Son calles de tierra con una pendiente de aproximadamente treinta grados, que en algunos trayectos se hacen aún más pronunciados. Los accesos son claramente irregulares, debido a la naturaleza del suelo, pero también a su deterioro. En los días de invierno, cuando el clima es lluvioso, las calles se dañan por la erosión del paso del agua. Pero además, se avería por el tránsito de algunos vehículos particulares, carabineros y algunos servicios como camiones repartidores de gas y agua. Según cifras del país, el 70% de las personas que viven en campamentos se encuentran en riesgo de sufrir accidentes que pongan en peligro su seguridad física, como lo son las inundaciones y los deslizamientos de terreno (Figura 1).
Figura 1. Fotografía calle población Manuel Bustos.
La extensión de la población llega hasta la zona más alta del cerro, donde se puede contemplar gran parte de la cuidad y demás cerros colindantes. A esta altura, el flujo de aire y el frío es mucho más acentuado que en las partes bajas (Plaza de Miraflores) durante todo el año. Existen quebradas que separan en forma natural algunos sectores.
Un estudio6 ha calificado al sector de Manuel Bustos como uno de los más vulnerables territorialmente, en cuanto a acceso a los servicios públicos: educación, salud (hospitales, consultorios y urgencia) y seguridad (bomberos y carabineros), en la región de Valparaíso y que concentra un importante número de familias. La alta vulnerabilidad territorial se debe a la lejanía a equipamientos de salud, con un promedio de 6.068 mts. hacia hospitales, 1.904 mts. hacia consultorios y 4.489 mts. hacia servicios de urgencia.
La población ha tenido un crecimiento expansivo desde que los primeros habitantes llegaron, viéndose reflejado en las estadísticas y en el “Censo” o “Recuento” del campamento. Los habitantes, para conseguir insumos domésticos y alimenticios, se ven en la necesidad de movilizarse fuera de su campamento hacia negocios o establecimientos más cercanos, para esto tienen que bajar el cerro donde están ubicados, en caso de que en los negocios independientes establecidos en el campamento no tuviesen los suministros. Estos últimos son casas particulares que han sido remodeladas.
Configuración familiar
El 55% de los jefes de hogar de los campamentos son trabajadores por cuenta propia, es decir que trabajan independientes. Algunos de los oficios representativos de las personas de este campamento son: cartoneros, feriantes, pescadores, vendedores ambulantes, agricultores. El resto de los jefes de hogar son en su mayoría trabajadores en alguna empresa, 76%.
En el caso de las mujeres, éstas trabajan como asesoras del hogar, en empresas de aseo, como cocineras en pequeños restaurantes o en microempresas en donde elaboran empanadas o pan amasado. Muchas de ellas son jefas de hogares monoparentales. Se observa que mujeres adolescentes embarazadas o con hijos, que son madres solteras suelen quedarse en la casa de sus padres y abandonan sus estudios al momento de dar a luz. Muchas veces, retornar a la educación se vuelve difícil. La mayoría de las jóvenes, según la información que pudimos obtener, creen que entablando una relación amorosa con una persona externa al campamento podrían salir de la realidad en la que se encuentran.
Viviendas
Observamos una diversidad de viviendas, algunas de ellas construidas con material ligero y frágil, pero en otros casos las viviendas eran de materiales más resistentes y se encontraban en un mejor estado que las de sus vecinos. Esta situación la pudimos observar a lo largo de nuestro recorrido por el campamento y se relaciona directamente con el tiempo en que la familia lleva habitando el sector junto con la situación particular de cada familia que les permitía mejorar las condiciones de su hogar (Figura 2).
Figura 2. Fotografía casa población Manuel Bustos.
Educación
En el caso concreto de la región de Valparaíso, la escolaridad básica (completa o incompleta) en los jefes de hogar de los campamentos de la región es de un 42% y un 54% de los jefes de hogar posee educación media completa o incompleta. Lo descrito por los vecinos en nuestra visita al campamento Manuel Bustos no se aparta mucho de estas cifras, ellos destacan que algunos jóvenes deben dejar sus estudios para trabajar o hacerse cargo de sus respectivas familias. Si bien ven la educación como un medio por el cual realizarse económicamente, sus circunstancias personales muchas veces les obliga a dejar sus estudios inconclusos, pues sus prioridades son distintas.
Organización social
Existen 17 comités en el campamento Manuel Bustos, los cuales representan alrededor de 70 a 100 familias. Se reúnen una vez al mes, en que discuten inquietudes y necesidades que posee el sector al cual representan. El campamento se divide en tres cerros, cada uno de ellos está representado por 4 o 6 comités.
Los temas de seguridad son abordados netamente por los vecinos, sus propiedades son vigiladas por ellos mismos, los cuales utilizan sus teléfonos celulares para dar aviso a carabineros y poner en alerta a los demás pobladores.
Prácticas asociadas a la salud
Relación con los servicios de salud formal
Los pobladores del campamento acuden a los a CESFAM (Centro de Salud Familiar) de Miraflores, Achupallas y el Lusitania ubicados en Viña del Mar. El más concurrido por la población del campamento es el consultorio de Miraflores, ya que es el más cercano. Las personas se transportan en locomoción colectiva pública, requiriendo de un tiempo de desplazamiento aproximado de 20 minutos. Hay que destacar que muchos adultos mayores son incapaces de trasladarse y recibir una atención en centros de salud familiar, debido a las limitaciones propias de la persona y del terreno.
La población del campamento que acude a los servicios de salud públicos son mayoritariamente personas que poseen ingresos bajos, por ello sus previsiones de salud son principalmente del tramo del Fondo Nacional de Salud (FONASA) A y B, correspondientes a los de menores ingreso de la población. (FONASA corresponde al Sistema Público de Salud en Chile, que tiene distintos tramos de beneficio (A, B, C y D), de acuerdo a la renta imponible de la persona. El tramo A no implica gasto alguno para la población en materias de salud, es un porcentaje de copago 0%, es un tramo enfocado a carentes de recursos, personas indigentes y beneficiarios de pensiones básicas solidarias, causantes de subsidio familiar (Ley 18.020). En el Tramo B también hay un porcentaje de copago 0% para personas que tengan un ingreso imponible mensual menor o igual a $210.001 equivalente a US$ 378 o 273 Euros. En http://www.supersalud.gob.cl/consultas/570/w3-propertyvalue-4008.html).
A la hora de tener que asistir a especialidad o emergencia, se va al Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar, ubicado en el centro de la ciudad, pero como antes se mencionó, la población se ubica en la periferia, en sectores altos en que no existe locomoción pública, sumado a las condiciones económicas poco favorables de las personas para financiar traslado. Lo anterior, provoca que muchas personas y enfermos abandonen sus horas en el consultorio u hospital, lo cual les impide, además, estar con control médico y releguen sus visitas solo ante hechos de emergencia o cuando se les entrega fármaco o alimentación complementaria. Ante esta situación, aquellos que están en control por alguna patología, solo acuden cuando el problema se ha agudizado o ante una descompensación, lo cual empeora aún más su situación.
Salubridad e Higiene
La falta de agua potable como servicio básico, en el campamento Manuel Bustos, produce que los hábitos de higiene se encuentren condicionados a esta situación, pues muchas veces se debe priorizar qué uso se le dará al agua con que cuenta la familia. Cuando ésta es escasa, la familia la utilizará principalmente para la alimentación. Los aseos personales son realizados en los baños de la familia con agua fría sacada de los bidones, son pocas las familias que tienen la posibilidad de instalar un calefón.
Con respecto a la deficiencia de una red de agua potable, las personas de este campamento se han organizado de manera que deben recolectar agua proveniente de camiones aljibes, facilitados por la Municipalidad los días lunes y jueves, en bidones que cada casa posee, no siempre en un horario definido, lo que complica a los vecinos. Durante la visita se observó que los bidones se encuentran en los patios de las casas y, por lo general, se conectan directamente a la cocina de los hogares.
El problema del agua es grave, pero se incrementa cuando consideramos la falta de sistema de alcantarillado. El tema de las deposiciones depende de un comité que los vecinos han organizado, a través de fosas que cada familia se encarga de mantener. Según las cifras nacionales, un 34% de las familias que residen en campamentos se encuentran en áreas de riesgo ambiental por concentración de basuras y otro 40% de los campamentos, es decir, unas 10.000 familias, habitan fuera de áreas de concesión sanitaria, sin posibilidades de acceder a estos servicios.
Por otro lado, existe una dificultad en relación al sistema eléctrico, ya que no se cuenta con conexiones seguras a la electricidad. Muchas casas realizan instalaciones caseras, extraídas de las fuentes de poder eléctricas cercanas al perímetro de su hogar (en el lenguaje común, en Chile a esto se llama “colgarse del tendido eléctrico”). Este hecho, aumenta la probabilidad de una falla eléctrica que desencadene un incendio en alguna vivienda y éstos en los campamentos son de fácil propagación ya que, en el caso de Valparaíso, está impedido un rápido accionar de bomberos, producto de los difíciles accesos y de la inexistencia de grifos en los sectores altos.
En cuanto a la recolección de la basura, el campamento posee este servicio dos veces a la semana, el cual está a cargo de la municipalidad.
En relación al cuidado e higiene del hogar, existen dificultades para mantener un ambiente propicio, pues suelen observarse en los alrededores de las viviendas concentraciones de basura y microbasurales, sobre todo en las zonas próximas a las quebradas. Esta situación atrae moscas y otros vectores al lugar. Asimismo, la presencia de una gran cantidad de perros vagos en el sector, contribuye a la aparición de plagas como pulgas y garrapatas que promueven la germinación de enfermedades como la sarna y la tiña.
Alimentación
En relación a la prácticas alimenticias, los vecinos relatan que la alimentación que los habitantes del campamento poseen no suele ser de 4 comidas al día, como recomiendan las autoridades de salud. Esto se debe a la falta de recursos económicos, sumado a los altos precios de los alimentos más importantes como son las frutas, verduras, carnes, colaciones saludables, leches, cereales. En los primeros campamentos en Chile, las familias se reunían para realizar comidas comunitarias (“ollas comunes”), las cuales iban en beneficio de aquellas familias cuyos recursos económicos precarios les impedían tener un alimento, principalmente para sus hijos. Con el pasar del tiempo, cada familia se fue estabilizando dentro del campamento, por lo que hace poco tiempo comenzó a desaparecer.
Prácticas de prevención
El campamento posee un difícil acceso, pues queda en un sector bastante alto y con caminos no pavimentados. La locomoción colectiva no llega al sector, encontrándose en la parte baja de éste y por lo tanto, llegar al CESFAM de Miraflores es complicado para las personas que viven allí. Es por ello que las personas del campamento de la población Manuel Bustos, consideran que deben encontrarse demasiado enfermos o en alguna urgencia de salud, para acudir a él. Hay otro grupo de personas que asiste de manera preventiva al CESFAM y es que el hecho de cuidar su salud, y la de sus familiares, les es muy importante. Dentro de este grupo se encuentran las madres o padres que van al control de niño sano, que les permite estar dentro del plan de alimentación infantil y retirar en forma mensual la leche que el gobierno entrega a cada niño en forma gratuita. Para que se cumpla con este programa, también se han organizado para el retiro de las leches. Algunas vecinas se van turnando para que una o dos de ellas retiren todas las leches y, al mes siguiente, es el turno de otras dos vecinas. A veces son los padres de familia quienes se levantan más temprano y antes de ir a trabajar van a retirar la leche de sus hijos o piden permiso para realizar esta labor en horas de trabajo o en horarios de colación.
Cabe destacar que en el campamento hay mucha preocupación por las campañas de vacunas, por ejemplo contra la influenza, tanto para los niños como para los adultos mayores. Es así que, cuando se realiza una campaña, se hace todo lo posible para que se vacune en un lugar accesible para todos, ya sea en la sede o en el colegio más cercano.
Consideraciones sobre el desvalido
Los habitantes del campamento aún mantienen lazos de solidaridad con sus vecinos y colaboran con los que más lo necesiten. Los ancianos, por ser los que se encuentran en condiciones menos privilegiadas, que requieren apoyo tanto en lo emocional como físico, reciben la colaboración de sus vecinos, ya sea en la higiene personal o en actividades que requieren mayor esfuerzo, como lo es ir de compras, además del acompañamiento emocional. Muchos de los ancianos se encuentran postrados o con poca conciencia de la realidad, por lo que les es de mucha utilidad la ayuda que sus vecinos les puedan brindar.
Por otra parte, ante el deceso de algún vecino, se observa una población unida, se busca dar una ayuda financiera para costear los gastos, se realizan colectas entre los mismos pobladores para entregar a los familiares del fallecido. Además, comprar una corona de flores que represente que la gente del campamento comparte el dolor de la familia. Además de ello, existe un apoyo emocional para aquellas personas que han quedado afectadas o solas, después de la pérdida de algún familiar.
Actividad física y recreativa
En el caso del Campamento Manuel Bustos, tuvimos la posibilidad de observar a vecinos, en su mayoría menores de edad, jugando en bicicleta o a la pelota. Además, la conformación espacial del campamento, sus cerros, subidas inclinadas, obliga a los vecinos a realizar actividad física.
Es importante destacar que al interior del campamento, en su parte más alta, se encuentra una plaza con áreas verdes, juegos y junto a ella una cancha que los vecinos pudieran utilizar.
Por otra parte, la posibilidad de actividad para los adultos mayores se ve limitada en relación a la del resto de sus vecinos, pues los caminos empinados, de tierra e irregulares, dificultan el acceso para ellos a la plaza o a la biblioteca. Muchos de los adultos mayores que habitan el sector presentan dificultades físicas, que incluso los imposibilita de acceder a atención médica sin la ayuda de sus vecinos, en caso que lo necesiten.
En nuestro estudio en la población, no encontramos ningún centro cultural o club deportivo para el uso de la comunidad del campamento. Lo anterior se traduce en que una vez que los niños y jóvenes regresan de su jornada escolar, suelen salir rápidamente a las calles a juntarse con sus pares y organizar una actividad recreativa entre ellos, las cuales comúnmente son partidos de fútbol.
DISCUSIÓN
Revisando las cifras nacionales, disponibles a toda la población, se puede observar una situación de desprotección en que se encuentran las personas que viven en los campamentos en Chile. A nivel regional, en comparación con el escenario país, se presenta un tanto más problemático. Los suministros básicos son insuficientes, las personas se encuentran en riesgo, las cifras de trabajo y educación no son para nada favorables. Así también, en materias de salud, la situación no mejora. Existen importantes problemas de acceso.
Las dificultades
Ahora bien, la actividad en terreno permite visualizar cómo se presentan las dificultades de acceso a los servicios de salud y a los servicios de urgencia para los habitantes del campamento, que se ven empeorados por las condiciones climáticas con las lluvias del invierno. Pero, además, nos permite advertir muchas dificultades en relación a los tratamientos preventivos que son casi nulos, prácticamente enfocados solamente al control de niño sano. Muchas personas y enfermos abandonan sus horas en el consultorio u hospital, lo que les impide estar con control médico. Sus visitas queden relegadas, lo que hace privilegiar una salud determinada ante hechos de “emergencia”. Quienes están en control por alguna patología, sólo acuden cuando el problema se ha agudizado o ante una descompensación, lo cual empeora aún más su situación.
En la realización de la experiencia en terreno, se comprueba cómo las condiciones materiales de existencia, principalmente falta de alcantarillado y agua potable, impiden las posibilidades de mantener una salud adecuada.
Las oportunidades
Por otro lado, observamos una activa organización social presente en los campamentos, ya sea para resolver temas de salubridad como también para colaborarse mutuamente en trámites. En particular, aquellos relacionados a la salud: retiro de medicamentos o alimentación complementaria en el CESFAM. Asimismo, se han observado pérdidas de prácticas que facilitaban una mejora en las condiciones de vida como las «ollas comunes».
Como en muchas comunidades, en el campamento hay una preocupación por aquellas personas que se encuentran con problemas de salud, como los ancianos. Sin embargo, la falta de un CESFAM en la población y en sus cercanías, hace que sea difícil el acceso a una atención inmediata.
El campamento Manuel Bustos, a pesar de contar con pocos recursos económicos y sociales, se mantiene organizado y bien informado de las oportunidades que, muchas veces, se ven aminoradas por el tema acceso. Este hecho lo consideramos valioso y se presenta como una oportunidad para la población.
Visión de mundo: visión nuestra y visión del otro
Para los estudiantes de enfermería, “el mundo” puede ser representado como “su mundo”, desde una visión universalista o generalizadora, donde existe un mundo globalizado, interconectado, movido por las tecnologías de los medios de comunicación en que el uso del celular, el chat, los correos electrónicos, los estudios, el consumo, etc., los tiene “trabajando a mil por hora, deseando lograr metas y sueños. Esto nos lleva a intentar, a toda costa, el éxito y muchas veces olvidamos lo que realmente es importante” –concluyen los estudiantes-.
Al observar a los pobladores del mayor campamento de Chile, los estudiantes perciben que ellos tienen un mundo bastante diferente que se centra en el sobrevivir, es decir, generar ingresos para sacar adelante a sus familias y lograr alcanzar algunos de los sueños. Sueños, muchas veces relacionados con una realidad difundida por los medios de comunicación. “Allí ven mundos llenos de felicidad, grandes condominios, hermosos autos, extensos parques en donde niños sanos corren en verdes prados, pero la realidad que ellos viven diariamente está muy lejos de ese mundo ideal. Ellos conviven con la falta de agua, el barro, la tierra, las áreas verdes son escasas. Su mundo es muy diferente y esa realidad los golpea, sus sueños se transforman en rabia y resentimiento” –añaden los estudiantes-.
Sin embargo, pese a la visión de modernización que nuestro país promueve al exterior, podemos decir que en Chile existen importantes sectores de población que se alejan de estar en condiciones de modernidad o riqueza. Conocer la realidad sociocultural de un país, incluso de una misma región es indagar en diferentes mundos.
CONCLUSIONES
Con la realización del ejercicio en terreno, es que se pudo visualizar la realidad de los campamentos más de cerca. Este escenario es para algunos un tanto lejano y de difícil acceso, producto de la distancia territorial con el centro de la ciudad, pero también por un desinterés en querer visualizarla de frente.
Estos ejercicios de acercamientos a otras realidades son fundamentales en la experiencia docente, tanto para ampliar la visión de mundo de los estudiantes, como para abrir la mirada hacia la comprensión del otro y para desde allí entender la realidad material, las perspectivas de los individuos, sus dificultades, sus sueños y sus posibilidades de una “buena salud”. Por ello, en los programas de enfermería se requiere una perspectiva cultural que vaya más allá de los discursos, es una responsabilidad nuestra y de las instituciones el reconocimiento de la otredad y de la heterogeneidad en un mundo multicultural7. Pero también, estos ejercicios son importantes a la hora de establecer vinculaciones entre la comunidad y la universidad pública, bajo la comprensión de que ésta tiene que asumir un rol en los lugares donde se inserta para ayudar a comprender y transformar la realidad de los individuos, haciendo hincapié en los verdaderos problemas, para desde allí poder atacarlos desde nuestros frentes.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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- Accesibilidad territorial de campamentos a equipamientos de educación, salud y seguridad en el Gran Valparaíso. Centro de Investigación Social. Techo-Chile 2013.
- Sánchez M, Rondón B. La diversidad cultural en los procesos de formación académica de enfermería requiere el manejo de la ética pedagógica, la corresponsabilidad y un pensamiento mediador. Enfermería Global 2013; 12(29): 147-157.
Artículo recibido el 01/09/14, Aceptado el 17/11/14.
Dirección del autor:
Valentina Leal.
Blas Cuevas (Ex El Litre) 1028,
Valparaíso, Chile,
C.P. 2340203
E-mail: valentina.leal@uv.cl
* Escuela de Enfermería, Universidad de Valparaíso. Valparaíso, Chile.
a. Socióloga, Magíster (c) en Filosofía.
b. Estudiante de Enfermería.